Los viñedos mexicanos representan una fusión única entre tradición, innovación y diversidad de terroirs. Desde los valles históricos de Baja California hasta las tierras altas de Coahuila, Querétaro y Guanajuato, México ha desarrollado una viticultura que combina la herencia europea con la creatividad y el espíritu emprendedor local.

La riqueza de climas y suelos otorga a cada región un carácter distintivo, permitiendo elaborar vinos con gran personalidad, elegancia y proyección internacional.

Hoy, los viñedos mexicanos no solo son testigos de la pasión y el esfuerzo de generaciones, sino también protagonistas de una industria en crecimiento que posiciona a México como un referente emergente en el mundo del vino.