Don Alfonso Jiménez Rosales, socio accionista de Tequila Herradura entre 1934 y 1950, se separó de la marca tras un conflicto familiar y decidió crear su propio tequila de calidad suprema. En 1950 nació El Caballito Cerrero, “el que no necesita herraduras”, símbolo de fuerza y libertad indomable.
Ese mismo año adquirió la Fábrica Santa Rita, construida en 1873 en Amatitán, Jalisco, que se convirtió en el hogar de la marca.
En 1968 se constituyó formalmente Tequila El Caballito Cerrero S.A., bajo la dirección de su hijo Don Claudio Jiménez Hernández, quien continuó la tradición familiar en la Fábrica Santa Rita.
Misión: Preservar y transmitir la tradición tequilera familiar de quince generaciones, elaborando un destilado de agave con absoluto respeto a la calidad, utilizando agaves maduros y procesos vigilados con rigor.
Elaboración en la histórica Fábrica Santa Rita, ubicada en la Barranca de Tecuane, Amatitán, Jalisco. El producto mantiene la denominación de Destilado de Agave para destacar su independencia y autenticidad.
Tradición de más de 15 generaciones dedicadas a la producción de vino mezcal, tequila y cultivo de agave.
Uso exclusivo de agaves de la región de Amatitán, garantizando calidad y origen local.
Su lema de identidad: “El que no necesita herraduras”, que simboliza independencia, fuerza y autenticidad.
Caballito Cerrero