Castello di Pomino es una joya histórica de la familia Frescobaldi, con tradición vinícola documentada desde 1500. Su importancia es tal que en 1716, el Gran Duque Cosimo III de’ Medici lo incluyó en el edicto que identificaba los cuatro territorios más preciados de la Toscana para la producción de vino (precursor de la DOC moderna). A partir de 1855, la finca fue pionera en la Toscana al plantar variedades francesas como Chardonnay y Pinot Noir en sus viñedos de montaña. Sus vinos alcanzaron reconocimiento internacional ganando la medalla de oro en la Exposición Universal de París de 1878.
Misión: Producir vinos que reflejen la luminosidad, frescura y mineralidad de su terruño de montaña. Su compromiso es la elaboración de blancos y tintos de gran elegancia y longevidad, a través del respeto por las prácticas ancestrales y la innovación en altura.
Terroir de Altura: Los viñedos se encuentran a una altitud de hasta 700 metros sobre el nivel del mar, en las primeras laderas de los Apeninos. Este entorno, rodeado de bosques de secuoyas, abetos y castaños, garantiza una gran oscilación térmica, fundamental para que las uvas blancas conserven una acidez vibrante, un carácter floral distintivo y esa singular frescura de montaña.
El Origen del Chardonnay Toscano: Pomino es reconocido por su excelencia en vinos blancos, destacando el Benefizio Riserva, un Chardonnay single-cru que fue el primer vino de Chardonnay fermentado en barrica en Italia (introducido en 1973), consolidando la variedad en la región.
Sostenibilidad y Filosofía: Al igual que otras fincas Frescobaldi, aplican rigurosamente los principios de Agricultura Integrada y Sostenible con certificación AgriQualità. Dado su contexto boscoso y montañoso, Castello Pomino está incluido en la certificación PEFC, asegurando la gestión sostenible de sus bosques y el entorno natural circundante, manteniendo un equilibrio ecológico vital para la calidad de sus vinos.
Castello di Pomino